Querida amiga, mi florecilla silvestre del campo, jijijijijij.
Tú has soportado mis lágrimas, me has dado fuerzas suficientes para seguir adelante, siempre me has dado tu opinión más sincera….
Mi confidente, mi hermana, mi todo, mi luz
en el camino, … te puedo comparar con mi ángel de la guarda. Me haces
ver mis errores y los acepta también, la única que sabe lo voy a hacer y
lo que pienso tan solo con mirarnos a los ojos.
Si alguna vez te he hecho daño o te he disgustado, lo siento, no fue mi intención.
Y si un día te vas, espero que no te olvides de esta amiga, aquella que te acompañará aunque sea en tus recuerdos.
Jamás pensé que nuestra amistad
pudiera ser tan especial, que sería capaz de sobrepasar la barrera del
tiempo, que vería pasar estaciones incontables; ¿sabes?, me alegro mucho
de tenerte en mi vida…¡¡necesitaba tanto alguien en quien confiar, a quien
contarle tantas cosas!!.
Ambas tenemos cosas que
enseñarnos, la vida nunca se equivoca (nos equivocamos nosotros), y nos
tiene sorpresas preparadas y no me cabe la menor duda de que las
viviremos juntas.
Sí, cosas buenas y malas también
(espero que sean las menos ¡¡que ya está bien!!); la mayoría de las
veces las cosas suelen ser así de ambivalentes….
Y aunque los días nos separen y
nuestro tiempo no sea todo lo ideal como quisiéramos para disfrutar de
nuestra compañía….sé que puedo contar contigo.
Tú sabes que para tí estaré por
siempre, en cualquier momento, a cualquier hora….¿sabes por qué?…porque
te duelen mis cosas como si te estuvieran pasando a tí misma, porque
eres mi amiga, mi “hermana postiza”, mi compañera, mi extensión…
Estamos unidas de por vida. Te quiero amiga, mi Lourditas. :-)
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